Agradecimientos a Pedro Ramos González, Mariano Fernández Navarro, José Fernández Pasión y José Luis Mora Romero por hacer posible,            mediante información oral, escrita y gráfica, la realización de este trabajo.
 

Abstract

En Valdelamusa (pequeña localidad de la provincia de Huelva perteneciente al término municipal de Cortegana) comenzó a popularizarse el

fútbol en la década de los veinte. Todo se originó por la influencia británica (en su mayoría las empresas explotadores de las minas eran de

las islas), exportadora del “football, que hizo que el deporte rey se extendiera por las localidades mineras. Pero en Valdelamusa no

se asentaron precisamente ingleses, sino que había franceses, que también apoyaron el desarrollo del Club Deportivo Valdelamusa.

Gente del pueblo comenzó a jugar partidos de fútbol por diversión y entretenimiento y así se fue creando un equipo con gente del

pueblo (clase obrera), financiado por ellos mismos, los demás valdelamuseños y algunas aportaciones de la Sociedad Francesa de la Pirita

de Huelva. El C. D. Valdelamusa fue uno de los primeros conjuntos en federarse (1952) y, por tanto, en entrar en competición a

nivel provincial (1953/54). Construyeron su estadio actual (1952/53) y se desplazaban para disputar los encuentros como

buenamente podían: tren, camión, andando…

Es interesante conocer los comienzos de la actividad física en la población y del C. D. Valdelamusa, el proceso de formación de un

equipo con más de 85 años de antigüedad, tocando temas tales como la génesis del escudo, la procedencia de los colores del club,

las dificultades económicas superadas durante la larga historia, fotos antiquísimas…
 

Índice

Abstract........................................................................................................... 3

Introducción................................................................................................... 5

¿Qué es Valdelamusa?................................................................................. 6

Desarrollo....................................................................................................... 7

Anexo fotográfico.......................................................................................... 13

Fuentes............................................................................................................ 17
 

Introducción

Hoy en día sabemos que el deporte rey en España, el fútbol, llegó a la península como consecuencia de la inmigración inglesa con motivo

del sector minero. El primer lugar en el que los británicos pusieron sus ojos fue el pueblo onubense de Riotinto, donde nacería el

club español con más historia. Pues bien, Valdelamusa es una pequeña pedanía de Cortegana, municipio de la provincia de Huelva, donde

la minería fue, y sigue aún siendo, muy importante. Por ello ha sido una población que a menudo interaccionaba con Riotinto, desde

donde se vio influenciada y que hizo que el fútbol comenzase a practicarse en Valdelamusa. Es bajo mi punto de vista interesante estudiar

el origen del C. D. Valdelamusa, el club valdelamuseño de toda la vida, así como el fútbol como primer indicio de actividad física en

la localidad.

¿Qué es Valdelamusa?

Valdelamusa es una pedanía perteneciente al municipio onubense de Cortegana. Está situada a más de 500 metros sobre el nivel del mar

y está entre las comarcas de la sierra y del andévalo. La población actual aproximada es de 530 habitantes. Está rodeada de minas de pirita

y de cobre que vivieron una época de esplendor para luego ser cerradas y ahora, han comenzado a funcionar recientemente por el alza en

el precio del cobre. También posee una estación ferroviaria perteneciente a la línea que conecta a Huelva con Zafra.

En la actualidad las actividades predominantes son, como no, la minería, y el turismo. Además es una población que cobra vida los fines

de semana por el hecho de que es un lugar elegido por muchas familias de las ciudades para pasar allí unos días de recreo y descanso.

Desarrollo

Como ya hemos mencionado, Valdelamusa ha sido una población eminentemente minera durante gran parte del siglo XX.    De este modo

se relacionaba con su homóloga, Riotinto, pueblo al que llegaron los británicos para introducir el fútbol. Al poco tiempo este

deporte comenzó a extenderse por la geografía minera, donde veían en el fútbol un gran atractivo. De esta manera comenzó a

practicarse fútbol a modo de ocio y hobby, aprovechando el nacimiento del concepto de tiempo libre.

Las minas valdelamuseñas (aguasteñidas, lomero y confesionario) fueron explotadas por franceses, no por ingleses, que

influyeron  notablemente en los habitantes de Valdelamusa. Éstos construyeron casas a su medida y según sus ideales, construyeron una

pista de tenis (en muy mal estado en la actualidad)… Definitivamente tendrían mucha relevancia en el desarrollo de las

actividades físicodeportivas y, en concreto, del Club Deportivo Valdelamusa.

Oficina de la empresa francesa que gestionaba las minas

El fútbol comenzó a iniciarse en la localidad  allá por el año 1921, de la mano de Manuel Caballero Tardío, Antonio Flores Hidalgo y

José María González López.      Se jugaba en terrenos llanos sin demasiados cuidados.

Dos años más tarde, en 1923 se creó la primera sociedad, la que daría posteriormente lugar al C. D. Valdelamusa. El equipo estaba

formado por gente del pueblo, en su mayoría trabajadores, que sacaban tiempo para entrenar incluso dos o tres veces en semana.

Ya se buscaron otros terrenos alternativos a los mostrados anteriormente, hasta se jugaba donde está ubicado el actual estadio.

Otra parcela que se empezó a emplear para jugar.

El estadio que conocemos actualmente y en el que disputa sus partidos el club se comenzó a edificar en 1952, siendo terminado un año

más tarde. Se construyó en un terreno cedido por la Sociedad Francesa de la Pirita de Huelva (SFPH), la empresa propietaria de las

minas. Las tareas de construcción fueron realizadas a manos de aficionados al deporte rey. A pesar de ello algunos dicen que

además tuvieron que poner de su bolsillo la cantidad de 60 pesetas para costear los materiales. La técnica de construcción era el tapiado,

que consistía en introducir barro en unos cajones de madera que actuaban como moldes. Una vez en el interior el barro era prensado y,

una vez seco, surgían las tapias.

Entrada al estadio

Gente del pueblo trabajando en las tareas de construcción del estadio

Puerta principal actual. Como se puede ver no ha cambiado mucho.

El apoyo y la colaboración de los habitantes de Valdelamusa fue vital para el desarrollo del equipo. Como ya se ha mencionado

abonaron dinero para construir el estadio, ponían lo que podían para pagar los árbitros… Pedro Valentín, una de las personas que

ha contribuido a este trabajo con su testimonio oral, cuenta una anécdota de un balón descosido: un de las veces que se descosió un balón

se envió a Zaragoza para que lo arreglasen, ya que era muy difícil sustituirlo por uno nuevo por las limitaciones económicas. Aún así

costó arreglarlo 25 pesetas (bastante dinero en aquellos tiempos, estamos hablando de a mediados de siglo). Pues bien, el dichoso

balón volvió a descoserse y el mencionado Pedro, que solía arreglar las botas de los jugadores e inflar los balones, se decidió a arreglarlo

por su cuenta, lo que consiguió con éxito, ahorrando el desembolso a la institución.

Los jugadores no cobraban, sino que prestaban sus servicios por amor al club y al deporte. Sólo recibían una pequeña ayuda para pagarse l

os desplazamientos aquellos integrantes procedentes de Huelva que completaban la plantilla, pues hay que tener en cuenta la

corta población de la que estamos hablando.

Los árbitros procedían de Huelva capital y llegaban hasta Valdelamusa en tren. Éste tren distribuía el correo por las estaciones ferroviarias.

Llegaba a la estación a las nueve de la mañana y partía hacia la ciudad costera a las seis de la tarde, por lo que el partido había de

disputarse entre esas horas para que al colegiado le diese tiempo a coger el tren de regreso.

Por su parte el Valdelamusa se desplazaba a otros campos según las circunstancias como podía. Si el rival era de algún pueblo

cercano incluso llegaba a cubrir la distancia que lo separaba de Valdelamusa a pie. Otras veces se desplazaban en un camión. Esto era

posible gracias a un tal Joaquín “el valenciano”. Era un trabajador que se encargaba de llevar el mineral desde la Cueva de la Mora

hasta Valdelamusa, para lo que utilizaba el camión. Los jugadores iban de pie en el interior del camión amarrados con cuerdas para no caer.

Hay que tener en cuenta el estado de las carreteras y los caminos en esas fechas, así como el tiempo que duraban los viajes, ya que

hablamos de las décadas de los cuarenta y los cincuenta.

La colonia francesa (en su mayoría dirigentes de la empresa) también colaboró en la impulsión del club, pues, además de ceder los

terrenos para la construcción del campo como ya hemos dicho, también realizaba algunas aportaciones para la propia construcción,

comprar balones, alguna que otra equipación y en algunas ocasiones prestaban vehículo. Cuando había partidos se les reservaba una zona

de la destinada para el público para ellos y se les ponían sillas a modo de palco.

Hablemos ahora del escudo y la equipación. El escudo fue creado por un valdelamuseño llamado Emilio que se inspiró en el del Sevilla F. C,

club del que era seguidor. Los colores fueron tomados del F. C. Barcelona. Le añadió los dos martillos cruzados, símbolos del gremio minero,

 tras un balón de fútbol.

El escudo del Valdelamusa tiene la misma forma que el del conjunto hispalense

En cuanto a la equipación, el equipo vestían en un principio de blanco, pero esto era por una sencilla razón: eran las prendas más usuales.

Más tarde se encargó una equipación nueva a Barcelona, a una tienda propiedad de Mariano Martín, el famoso jugador culé entre los años

1939 y 1946. Eran unos camisolines (camisas de botones) de color azul y grana, de ahí se tomaron los colores para el club.

En 1952 al fin se federó el C. D. Valdelamusa. Entraría en competición en la temporada 1953/54, en la que formaría parte de una liga

provincial en la que se tuvo que enfrentar con equipos de otros pueblos como Calañas, el Cerro del Andévalo, Tharsis, Riotinto…

En las siguientes temporadas el club se abastecería de las cuotas de los socios y de la venta de entradas. La incondicionable afición apoyó

siempre a su equipo, dedicándole canciones como ésta:

Con la camisa azul y grana

Unida al negro pantalón

Con ilusiones sentidas en el alma

En nuestros labios campeón.

Salimos todos al campo

Con entusiasmo y voluntad.

Dispuestos a luchar,

Dispuestos a vencer,

Y si nos toca perder

No por eso desmayar.

¡Campeón tú serás!

    Anexo fotográfico

Una de las primeras plantillas del equipo minero

Jugada acabada en gol del Valdelamusa en un enfrentamiento contra el equipo de Corrales

Dos jugadores del C. D. Valdelamusa fotografiándose con dos niños en la temporada 61/62

Vieja gloria

Nombre actual del estadio de Valdelamusa, en honor a un joven jugador fallecido en un accidente de tráfico en enero de 2009

Escudo del C. D. Valdelamusa en la puerta principal del estadio Diego González López

Aspecto actual de un marcador de antaño que aún se conserva en el campo

Estado actual deplorable del campo de un equipo como el C. D. Valdelamusa, que milita en la categoría de Regional Preferente.

 José Carlos Mora Ferrera (Cortegana)

     Fuentes

§        Hemeroteca de Odiel Información.

§        Hemeroteca de La Noticia.

§        Hemeroteca de La Voz de Huelva.

§        http://www.terra.es/personal8/areinosoromero/inicio.html  pagina de Valdelamusa